ALSO
SPRACH ZARATHUSTRA
Friedrich
Nietzsche
IV
Zarathustra aber sahe das
Volk an und wunderte sich. Dann sprach er also:
“Der Mensch ist ein
Seil, geknüpft zwischen Tier und Übermensch - ein Seil über einem
Abgrunde.
Ein gefährliches Hinüber,
ein gefährliches Auf-dem-Wege, ein gefährliches Zurückblicken, ein
gefährliches Schaudern und Stehenbleiben.
Was groβ
ist am Menschen, das ist, daβ
er eine Brücke und kein Zweck ist: was geliebt werden kann am
Menschen, das ist, daβ er ein Übergang und ein Untergang ist.
“Zarathustra
contempló al pueblo y se maravilló. Después habló así:
“El
ser humano es una cuerda tendida entre la bestia y el ser humano
superior – una cuerda sobre un abismo.
Un
peligroso ir más allá, un peligroso detenerse, un peligroso volver
atrás, un peligroso vacilar y un peligroso estar de pie.
Lo
más grande del ser humano es que es un puente y no una meta. Lo de
que debemos amar en el ser humano es que consiste en un tránsito y
un ocaso.
Ich liebe die,
welche nicht zu leben wissen, es sei denn als Untergehende, denn es
sind die Hinübergehenden.
Ich liebe die groβen
Verachtenden, weil sie die groβen Verehrenden sind und Pfeile der
Sehnsucht nach dem andern Ufer.
Yo
amo a quienes no saben vivir sino para desaparecer, para anularse,
pues esos son los que pasan más allá.
Yo
amo a los grandes menospreciadores, porque son los grandes
veneradores, flechas de deseo que ansían pasar a la otra orilla.
Ich liebe die,
welche nicht erst hinter den Sternen einen Grund suchen, unterzugehen
und Opfer zu sein: sondern die sich der Erde opfern, daβ die Erde
einst des Übermenschen werde.
Ich liebe den,
welcher lebt, damit er erkenne, und welcher erkennen will, damit
einst der Übermensch lebe. Und so will er seinen Untergang.
Yo
amo a quienes no buscan tras las estrellas alguna razón para
desaparecer o convertirse en ofrenda para inmolarse, sino que se
ofrendan a la tierra para que algún día esta sea del Ser humano
superior.
Yo
amo a quienes viven para el conocimiento y tratan de saber, para que
algún día llegue a existir el Ser humano superior. Y es así como
quieren su propio ocaso.
Comentario
En el mundo, en todo
lugar y en todo tiempo, ahora y en el pasado, han habido unos pocos
individuos que se acercan o realizan ese mítico Ser humano superior,
otros pocos individuos que se acercan a la bestia, y la mayoría,
que, trabajosamente se mueven en la cuerda floja, que Nietzsche
describe como puente. El mundo es una batalla entre estos tres tipos
humanos, por eso encontramos desde lo más sublime hasta lo más
perverso, de gente con una vida que pasa de largo sin grandes
contratiempos a gente con vidas convulsas, frenéticas, maravillosas
o trágicas.
El
ego es a lo que se refiere Nietzsche como digno de desprecio, lo que
es digno de ser anulado o desaparecido, para poder pasar a la otra
orilla aquí y ahora. Vivir sin ego. Esa es el gran experiencia
espiritual de Nietzsche, el paradigma de los filósofos ateos, por
eso lo encuentro tan auténtico, por eso me llena tanto. Es la misma
experiencia expresada de mil y una maneras desde la antigüedad. ¿No
será que ese Ser humano superior es el equivalente islámico al
Al-Insán al-Kámil, el “ser humano completado”, el que ha
recompuesto sus piezas rotas?
Vivir sin ego, eso
es lo mismo que dice un compatriota moderno suyo, Eckhardt Tolle, y
lo mismo que han dicho los grandes personajes espirituales de la
humanidad. Y el hombre moderno, todavía sufriendo por los
callejones, lamentándose, quejándose, rabiando por el dolor de las
heridas...
Vivir sin ego, el
ocaso, desaparecer, anularse... Para llegar a la otra orilla, en esta
vida ya.
Por eso Nietzsche,
como Krishnamurti, son maestros del “la ilaha”, no dioses, no
ideologías, algo a tener en cuenta para muchos musulmanes, tan
fanatizados, tan trastornados por la ideología. Y también para los
que buscan.