sábado, 30 de septiembre de 2017

¡¡¡¡A POR ELLOS!!!!

Cuando los nazis fueron a por los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.

Cuando encerraron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.

Cuando fueron a por los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.

Cuando vinieron a por los judíos, no protesté, porque yo no era judío.

Cuando vinieron a por mi, no quedaba nadie que pudiera protestar.


Als die Nazis die Kommunisten holten, habe ich geschwiegen;ich war ja kein Kommunist.  Als sie die Sozialdemokraten einsperrten,habe ich geschwiegen; ich war ja kein Sozialdemokrat.  Als sie die Gewerkschafter holten,habe ich nicht protestiert; ich war ja kein Gewerkschafter. Als sie die Juden holten, habe ich nicht protestiert;ich war ja kein Jude.  Als sie mich holten, gab es keinen mehr, der protestieren konnte.


Martin Niemöller (1892-1984) se ordenó pastor protestante en 1924. Inicialmente dio su apoyo a Hitler, pero a partir de 1933 se convirtió en uno de los primeros y más tenaces críticos del nazismo. Creó un movimiento de resistencia denominada Iglesia Confesional (Bekennende Kirche). Fue arrestado por la Gestapo en 1937, declarado culpable de traición y convertido en símbolo de la resistencia antinazi. Fue confinado en los campos de concentración de Sachsenhausen y Dachau hasta el final de la guerra, salvando la vida de milagro. Este poema fue parte de uno de sus sermones después de la guerra.


España es un estado fanatizado (UNA-CASTELLANA-CATÓLICA) donde hace siglos que sobra todo aquel que no se ajusta a este patrón: primero fueron a por los judíos, después a por los musulmanes, después a por los catalanes, después a por los republicanos, después de nuevo a por los catalanes...  Franco lo dejó todo atado y bien atado. Es una lástima que esa parte de la población española que aplaude a los poderes fácticos del estado no se dan cuenta que los siguientes serán ellos.

jueves, 14 de septiembre de 2017

El problema portugués (2)

Hace dos años escribí  "El problema portugués" (http://eleremitadelalunallena.blogspot.com.es/2015/10/el-problema-portugues.html).

 

Hoy puedo decir que han caído las máscaras. La derecha española, heredera del franquismo, obsesionada con la unidad de España y su ideología UNA-CASTELLANA-CATÓLICA, ha mostrado su verdadera cara, la que han ocultado desde la muerte de Franco. Después de hacerse pasar por demócratas durante 40 años, muestran sus armas para amenazar, perseguir y encarcelar a quien dude de la unidad de España y quiera decidir qué quiere hacer con su país.

 

Espero que todo este proceso del derecho a decidir ponga a debate lo que es España, lo que ha sido y lo que será, por el bien de los españoles. La gente no quiere volver a la dictadura, pero todavía hay mucha gente que no se da cuenta que el PP es totalitario y que no permite nada que se salga del guión UNA-CASTELLANA-CATÓLICA.

 

Primero fueron a por los judíos, después a por los musulmanes. La misma mentalidad del PP es la mentalidad del imperio español comandado por Castilla, que saqueó América, que saqueó Al Andalus. La mal llamada Reconquista solo fue una guerra de pillaje para hacerse con el poder de la ricas y cultas tierras de Al Andalus, para convertirlas en un cortijo de gente miserable e inculta. En Al Andalus nació la ciencia empirica que iluminó a Europa. En el siglo XVIII no había ciencia en España, se la habían cargado los poderes fácticos de la UNA-CASTELLANA-CATÓLICA. 

 

Después fueron a por los catalanes. Todo lo que estuviera fuera del guión fue prohibido, perseguido, despreciado. Tierra de conquista. Tal como habían prohibido la lengua árabe en el siglo XVI, prohibieron la lengua catalana dos siglos después. La ley, la de Castilla. El saqueo, el mismo.

 

España ha perdido a Catalunya para siempre. Salga como salga todo este embrollo. Porque no nos quieren.

 

La lástima es que gran parte de la izquierda sigue el mismo guión. Y los andaluces, también. Una pena. Franco lo dejó todo atado y bien atado.

Catalunya (texto de Jofre Llombart)



Texto del periodista de Rac1 Jofre Llombart (traducido al castellano), aparecido recientemente en Facebook.

Catalunya es un país donde su Parlamento aprueba un impuesto a los bancos para grandes fortunas y el Tribunal Constitucional lo tumba.

Catalunya es un país donde su Parlamento aprueba proteger a los ciudadanos que han sido estafados por las hipotecas o las preferentes y el Tribunal Constitucional lo tumba.

Catalunya es un país donde su Parlamento aprueba garantizar que las familias pobres tengan luz, agua y gas durante los meses de invierno y el Tribunal Constitucional lo tumba.

Catalunya es un país donde su Parlamento aprueba cobrar un impuesto por cada piso vacío y dedicarlo al alquiler social y el Tribunal Constitucional lo tumba.

Catalunya es un país donde su Parlamento aprueba hacer políticas de igualdad entre hombres y mujeres  y el Tribunal Constitucional lo tumba.

Catalunya es un país donde su Parlamento aprueba que el catalán sea la lengua vehicular en la escuela  y el Tribunal Constitucional lo tumba.

Catalunya es un país donde su Parlamento aprueba cobrar un impuesto a las centrales nucleares y destinarlo a la protección ambiental y el Tribunal Constitucional lo tumba.

Catalunya es un país donde su Parlamento aprueba prohibir el fracking y el Tribunal Constitucional lo tumba.

Catalunya es un país donde su Parlamento aprueba cobrar una tasa a los operadores de Internet para dedicarla a la cultura y el Tribunal Constitucional lo tumba. 

Catalunya es un país donde su Parlamento aprueba prohibir las corridas de toros y el Tribunal Constitucional lo tumba.  

 

Este resumen se lee en dos minutos, pero la lista, que podría ser el triple de larga, se ha ido gestando durante años. Faltan las becas universitarias, las infraestructuras ferroviarias, las matrículas de los coches, los horarios comerciales y un centenar de competencias más en las que se ha dejado claro que por más mayoría que haya en el Parlamento catalán, a la hora de la verdad, sus leyes son papel mojado porque la última palabra la tiene siempre Madrid.

 

Después de 38 años de Constitución y del inicio de la presunta descentralización, el legado jurídico nos deja bien claro el modus operandi: 

se traspasa la competencia a la Comunidad Autónoma, esta la ejerce, pero si la ley no agrada a la administración estatal, una de dos: o el Tribunal Constitucional la tumba o se redacta una ley española que, tal como dice la Constitución, tiene un rango superior a la autonómica, la cual, en la práctica, queda anulada.

 

Y cuando te preguntas si vale la pena continuar en un estado así, resulta que preguntártelo también está prohibido. Como también está prohibido permitir, y con riesgo de entrar en prisión, hacer un debate en el Parlamento catalán sobre como podría ser un estado que no prohibiese tanto. Esto también está prohibido. Y así, de prohibición en prohibición, cada vez hay más personas que, en lugar de hacerse la pregunta prohibida, comienzan a tener ya la respuesta.  Sin que nadie les haya preguntado por qué está prohibido. 

 

¿Y cuando después de una pregunta prohibida tienes una respuesta convencida? Entonces ya no hay tribunal que la tumbe.