Cuando los nazis fueron a por los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encerraron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando fueron a por los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a por mi, no quedaba nadie que pudiera protestar.
Als die Nazis die Kommunisten holten, habe ich geschwiegen;ich war ja kein Kommunist. Als sie die Sozialdemokraten einsperrten,habe ich geschwiegen; ich war ja kein Sozialdemokrat. Als sie die Gewerkschafter holten,habe ich nicht protestiert; ich war ja kein Gewerkschafter. Als sie die Juden holten, habe ich nicht protestiert;ich war ja kein Jude. Als sie mich holten, gab es keinen mehr, der protestieren konnte.
Martin
Niemöller (1892-1984) se ordenó pastor protestante en 1924.
Inicialmente dio su apoyo a Hitler, pero a partir de 1933 se convirtió
en uno de los primeros y más tenaces críticos del nazismo. Creó un
movimiento de resistencia denominada Iglesia Confesional (Bekennende Kirche).
Fue arrestado por la Gestapo en 1937, declarado culpable de traición y
convertido en símbolo de la resistencia antinazi. Fue confinado en los
campos de concentración de Sachsenhausen y Dachau hasta el final de la
guerra, salvando la vida de milagro. Este poema fue parte de uno de sus
sermones después de la guerra.
España es un estado fanatizado (UNA-CASTELLANA-CATÓLICA) donde hace
siglos que sobra todo aquel que no se ajusta a este patrón: primero
fueron a por los judíos, después a por los musulmanes, después a por los
catalanes, después a por los republicanos, después de nuevo a por los
catalanes... Franco lo dejó todo atado y bien atado. Es una lástima que esa parte de la población española que aplaude a los poderes fácticos del estado no se dan cuenta que los siguientes serán ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario